Redacción
El Gobierno ingresó ayer a la Cámara de Diputadas y Diputados el proyecto de ley de reforma previsional, iniciativa que cuenta con más de 400 páginas -en las que se incluye el informe financiero- y se plantea que el objetivo principal de esta iniciativa es "mejorar sustantivamente las pensiones de todas las personas".
El documento que será discutido en primera instancia en la Comisión de Trabajo, menciona que para lograr estas mejoras se buscará crear un sistema previsional mixto, "basado en los principios de la seguridad social en el que contribuyen el Estado, las y los empleadores y los trabajadores y trabajadoras". También plantea que otro de sus ejes es la mejora de la Pensión Garantizada Universal (PGU), para llevarla a 250 mil pesos mensuales.
En el mensaje del Ejecutivo se menciona que el sistema actual, que funciona bajo una lógica "eminentemente individual, ha dejado en evidencia sus limitaciones estructurales para otorgar pensiones dignas".
Sin embargo, se destaca la introducción del pilar solidario en 2008, durante el primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, y la reciente creación de la PGU en 2022, bajo la administración de Sebastián Piñera.
Para enfrentar las bajas jubilaciones la reforma se fundamenta en la necesidad de aumentar las pensiones actuales y futuras, avanzar hacia un sistema mixto, reforzar la libertad de elección, mejorar la eficiencia del sistema, redefinir el rol del sector privado y terminar con la exposición indeseada a riesgos individuales.
La Secretaría General de la Presidencia ingresó el proyecto con urgencia simple, por lo que la Cámara Baja deberá completar el primer trámite en un plazo de 30 días para despacharla al Senado.
Respuesta a críticas
Ayer además la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, respondió a las cíticas al proyecto que han surgido desde la oposición: el domingo los presidentes de Renovación Nacional, Francisco Chahuán, y la UDI, Javier Macaya, acusaron al Gobierno de haber "perdido una oportunidad única para lograr grandes consensos", al apostar por "su visión ideológica y no una propuesta que realmente vaya a mejorar las pensiones".
Ante ello la secretaria de Estado afirmó que "no hay nada más ideológico que seguir defendiendo férreamente el modelo de las AFP. Esperemos que los parlamentarios puedan conocer la propuesta y vean lo robusta que es, lo moderada que es, y el efecto que produce materialmente para subir las pensiones que, nos parece, el argumento más contundente para poder legislar prontamente".
Sin embargo las dudas vienen también desde sectores cercanos al oficialismo: Rodrigo Valdés, ex ministro de Hacienda de Michelle Bachelet, afirmó que si bien "es una propuesta bien pensada, tiene poco más de reparto quizás de lo necesario, es bien parecida a las propuestas previas la verdad. Estamos en un mundo en que no estamos moviendo en una cancha bien chica. Creo que debiera hacerse más claramente es cuáles son los costos laterales de esto, porque estamos metidos en esto de quién paga por la solidaridad que todavía no está tan claro".
También surgió una duda respecto del tope imponible, ya que la propuesta del Gobierno propone gradualidad para subirlo en la cotización del 10,5% pero no en el 6% extra de cotización con cargo al empleador que incluye la propuesta.