"Debemos cuidar la naturaleza ahora; no dejar la tarea a próximas generaciones..."
Marcela Márquez es bióloga, doctora en Ecología, y en 2022 recibió dos importantes galardones en el marco de su trabajo por la protección y valoración de los humedales: el premio del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Florida y el premio L'Oreal- Unesco "Women in Science". Este último es uno de los reconocimientos más valiosos a nivel internacional para las mujeres en ciencia.
En entrevista con www.soyvaldivia.cl, la destacada investigadora abordó los detalles de esas distinciones y ahondó sobre su labor en el Centro de Humedales de la Universidad Austral de Chile (Cehum-Uach). En estas páginas presentamos parte de esa conversación, contextualizada hoy, en el Día Internacional de los Humedales.
Labor de resguardo
Doctora ¿de qué se trata el premio que usted recibió de Fundación L'Oreal Unesco?
- Es un premio que busca visibilizar el trabajo de las mujeres en ciencia. Es un galardón muy importante que se entrega en varios países y que distingue a dos mujeres por país, en categoría doctorado y categoría postdoctorado. Yo recibí el premio en la categoría postdoctorado por el trabajo que he realizado y que estoy realizando actualmente en la región con los humedales urbanos y las personas que buscan proteger estos ecosistemas. Y como es un premio que reciben tan pocas mujeres todos los años, es muy importante y tiene mucha visibilidad por lo mismo.
¿Cómo ese trabajo que usted realiza, vinculado a las personas y no solamente a los ecosistemas naturales, que es lo habitual al abordar los humedales?
- Yo me he especializado en lo que se llama las dimensiones humanas de la Conservación Biológica porque cuando estaba estudiando biología y después hice un magíster en Ecología, me di cuenta de que en realidad todos los problemas ambientales tenían un origen humano. Eran las personas las que o estaban deteriorando los ecosistemas o bien estaban contribuyendo a su protección y las iniciativas de conservación no son exitosas principalmente por conflictos, porque chocan, porque las personas no se hacen cargo. Y cuando lo son es porque hay personas detrás, organizaciones que están empujando a que estos proyectos funcionen, a que haya diálogo, a que las personas se involucren en conservación. Entonces ahí me di cuenta que era muy importante trabajar estas dimensiones humanas y aprender de Ciencias Sociales para la conservación, así que por eso decidí hacer un doctorado y poder aprender métodos, teorías, diseños de Ciencias Sociales para la conservación.
Muchas veces las Ciencias Sociales no son tomadas en cuenta ¿ ha sido difícil realizar un estudio transdisciplinario?
-Sí, ha sido muy difícil. Por lo general se piensa que las Ciencias Sociales no son ciencias, porque no se entiende que realmente se toman datos, se usa el método científico para predecir y entender fenómenos que nos atañen como sociedad. Entonces ha sido un camino difícil, también porque tengo una formación biológica, entonces muchas veces desde ambos lados me miran raro: "pero por qué ella está haciendo ciencias sociales, si no es socióloga ni antropóloga".
Entonces ha sido bien complejo, pero por eso hice un doctorado afuera. En mi comité tuve profesores que eran sociólogo, geógrafa, educadora y ellos me entregaron todas las herramientas para poder hacer Ciencias Sociales para la Conservación, así que yo me siento con mucha confianza en lo que he venido haciendo y por eso el premio ha sido muy importante para poder reafirmar que efectivamente tomé un camino útil y que puede contribuir a resolver los problemas de la sociedad.
Doctora usted también recibió un premio casi paralelo de la Universidad de Florida...
-Sí. Ese premio es del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Florida, donde tienen un programa de Conservación y Desarrollo. Entonces, cuando yo hice el doctorado, tomé algunos cursos de este programa y saqué un certificado o un Diplomado de Conservación y Desarrollo. Y en ese programa hacen mucho hincapié en que los estudiantes hagan investigación basada en un problema concreto de un país de Latinoamérica y que tengan socios y puedan con su investigación ayudar a resolver esos problemas.
Entonces hay que usar Ciencias Sociales, Ciencias Naturales y habilidades ya sea de liderazgo, facilitación, manejo de conflicto. Yo me enamoré de ese programa, por decirlo así, y fui parte, fui presidenta del grupo de estudiantes de ese programa y luego volví a Chile y seguí haciendo mi trabajo con ese espíritu, con el espíritu de resolver problemas, tener socios locales, aplicar las habilidades que me habían enseñado.
Entonces ellos vieron que yo a lo largo de mi carrera, después del doctorado, estaba aplicando en el fondo todo lo que lo que ese programa inculcaba. En el fondo los valores que entrega el Centro de Estudios Latinoamericanos y este Programa de Conservación y Desarrollo y por eso me nominaron mis profesores a este premio.Entonces fue muy emocionante porque como en Chile no ha sido fácil, de repente yo sentía que quizás no lo estaba haciendo bien y cuando me nominaron y me lo gané, fue realmente emocionante.
¿Ganar estos premios ha permitido que su labor sea visibilizada por tomadores de decisiones? Porque una cosa es investigar y otra que ese conocimiento incida en cambios para el resguardo...
-Es muy importante que los científicos y las científicas nos acerquemos a los tomadores de decisiones y trabajemos de la mano y eso es lo que hemos estado haciendo en el Centro de Humedales Río Cruces. Por ejemplo, trabajamos con el Ministerio de Medio Ambiente para definir los criterios mínimos de sustentabilidad que, hoy en día, están en el reglamento de la Ley de Humedales Urbanos.
Y, por eso es muy importante trabajar codo a codo y no sólo hacer difusión y divulgación como de la puerta para afuera, sino realmente sentarse a la mesa, ver qué es lo que ellos necesitan y cómo colaboramos para sacar adelante esos trabajos.
Hay buena disposición, pero el tema es que no sólo los tomadores de decisiones tienen que ser más receptivos, sino también los científicos tienen que dejar de usar el lenguaje tan técnico, dejar de enfocarse tanto en la producción científica como el primer valor, sino realmente cómo hacemos ciencia para resolver los problemas. Y eso implica ser más empático, ser más humilde también para poder trabajar y reconocer el conocimiento que tienen los tomadores de decisiones, que tienen las comunidades locales y cómo nos sentamos todos a la mesa para poder avanzar juntos.
Educar a los adultos
¿Y qué valor tiene en ese contexto la educación ambiental?
-La educación ambiental es muy importante porque nos permitiría cambiar comportamientos, cambiar prácticas y en ese sentido, es fundamental identificar qué es lo que queremos cambiar. Y qué es lo que tenemos que cambiar de nosotros mismos, de otras personas
"...no sólo los tomadores de decisiones tienen que ser más receptivos, sino también los científicos tienen que dejar de usar el lenguaje tan técnico, dejar de enfocarse tanto en la producción científica como el primer valor, sino realmente cómo hacemos ciencia para resolver los problemas..."
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