Un importante paso se dio la semana pasada para la conservación y valorización del sitio arqueológico de Monte Verde. El destacado arqueólogo Tom Dillehay, descubridor y principal investigador del lugar, entregó en comodato a la Universidad Austral de Chile el archivo documental del hallazgo; algo de altísimo valor, considerando que ese hito cambió las teorías sobre el poblamiento americano y la forma en que se estudia la presencia humana en el continente.

El legado incluye todo el material de su autoría generado desde 1977 sobre ese lugar, ubicado a 30 kilómetros de Puerto Montt y donde Dillehay (quien recibió la nacionalidad chilena por gracia en 2017) realizó excavaciones junto al doctor Mario Pino, develando un asentamiento humano de más de 14 mil años de antigüedad, datación que permitió derribar la teoría de Clovis, que fechaba en 12 mil años el rastro de personas en América. Según el detalle informado desde la Uach, la colección incluye más de cinco mil imágenes, todos los apuntes de terreno, mapas, dibujos, informes tácticos, escritos de más de 85 especialistas no arqueólogos que han estudiado el lugar a través de los años, y más de 300 mil distintos elementos de propiedad intelectual del doctor Dillehay. También cartas de "famosos científicos de todo el mundo, brindando apoyo en la larga y dura travesía, una verdadera lucha que implicó imponer una nueva mirada científica sobre el poblamiento americano".

Desde la Uach también confirmaron que este archivo -depositado originalmente en la Dirección Museológica en Valdivia- se quedará en la Escuela de Arqueología en Puerto Montt (fundada en 2015) y que durante el primer semestre de 2023 también se llevará a la zona la colección arqueológica Monte Verde (piezas halladas, registro de pisada humana, restos de plantas, alimentos, pieles, herramientas, entre otros) . En el lugar se mantendrán a una temperatura adecuada y con control de humedad para su adecuada conservación. Se espera que esta sea la base de un futuro Museo de Monteverde, que ha sido prometido durante décadas, pero que aún no logra materializarse en la zona, pese a que el sitio fue declarado Monumento Histórico en 2008 y ha sido postulado como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

A casi tres años de la implementación de la Ley 21.202 de Humedales Urbanos, y la posterior publicación del reglamento que lo rige (un año después), la pregunta de qué es más importante, si conservar los humedales o proveer de infraestructura y servicios como viviendas, puentes, rutas u otros, está más vigente que nunca.

Los municipios y las comunidades que viven en torno a humedales urbanos han reaccionado, organizándose y presentando sus declaratorias de acuerdo a lo que indica la ley; y por otro lado, tanto servicios públicos como empresas privadas han presentado consultas y reclamaciones en diversas instancias para asegurar llevar adelante sus proyectos.

Esta confrontación entre conservación e infraestructura ha generado más de una polémica en diversas partes del país. Algunos han llegado incluso a alegar que esta ley pasa a llevar derechos humanos como el acceso a la vivienda. Desde nuestro punto de vista, esto más bien un falso debate porque nos fijamos en el "qué" (se puede o no instalar infraestructura) y no en el "cómo" (como instalar infraestructura que no atente contra los humedales).

La Ley de Humedales Urbanos se rige sobre criterios mínimos de sustentabilidad que fueron especialmente diseñados para asegurar la conservación de estos ecosistemas, el bienestar humano y compatibilizarlos con el desarrollo urbano y la infraestructura pública, abriendo más bien una oportunidad que debemos instalar en el debate público.

Los humedales son ecosistemas muy relevantes para asegurar la vida humana, por lo que si estos criterios no pueden ser aplicados, el proyecto no debería implementarse ya que son una guía para entender cómo hacer las cosas en forma correcta.

No dejemos que el "qué" nos frene a mantener humedales y desarrollar proyectos que son necesarios para el país, para lo cual urge más diálogo y más trabajo conjunto entre los especialistas, la sociedad civil organizada, los servicios públicos y los desarrolladores de proyectos inmobiliarios o de infraestructura.

Director ejecutivo Centro de Humedales Río Cruces Universidad Austral de Chile

Dr. Ignacio Rodríguez J.