Marginados digitales
Se estima que en Chile hay más de cinco millones de analfabetos digitales, obviamente destacando personas de mayor edad y con educación limitada, agravado en quienes habitan en sectores rurales aislados que no han tenido la oportunidad de acceder a la inclusión digital a través de capacitaciones.
Cuando se vive en sectores relativamente aislados, las brechas comunicacionales se perciben dramáticamente. Es ilustrativo que la Ley de Aguas implica la reinscripción de los derechos de ciudadanos con acciones o derechos de agua (Ley 21.435 Reforma el Código de Aguas). Este trámite es muy pronto necesario para no perder el usufructo de un poder ambiental. Se requiere contar con documentación formalizada y este trámite se puede efectuar en línea con la Clave Única y después seguir los pasos del formulario donde se solicitan los documentos digitalizados. Miles de pequeños agricultores, asociaciones de canalistas en todo el país, están a merced de quienes manejan los códigos virtuales.
Es igualmente oportuno señalar que muchas acciones de comunicación se ven disminuidas o eliminadas casi por completo, cuando se vincula la energía eléctrica y la comunicación telefónica de red Internet. Frente a estas dificultades la responsabilidad social empresarial es sustituida por empresas receptoras de servicios.
Existe una población importante de marginados digitales con imposibilidades de uso de herramientas: Clave única, Correo electrónico, Mensajería de texto, WhatsApp, Formulario en línea, Redes sociales, Streaming, Zoom, Google meet, Archivos PDF. Quienes se encuentran en el lado oscuro, pierden oportunidades y son víctimas de engaños.
Dos vías facilitadoras para analfabetos digitales. Por una parte, la responsabilidad social de las empresas de los servicios de comunicación, suministro eléctrico, agua potable, carreteras, salud, entre otros. En un sentido profundo, de proyección para el presente y futuro, destaca el papel de los establecimientos educacionales en los territorios y comunidades desde la educación básica y, ejemplarmente, en la educación media científico humanista y, especialmente, de la educación técnico profesional.
Paul N. Landon Pugh Carlos A. Amtmann Moyano
La Nueva Inquisición
La música urbana puede gustarnos o no. El cantante "Pailita" puede gustarnos o no. Lo que no puede gustarnos es la censura y cancelación que ocurre en redes sociales cada vez que alguien pronuncia una opinión.
En contexto de los incendios en el sur de Chile, el artista hizo un llamado al gobierno a actuar, puesto que ya llevaban varios días ardiendo, sin respuesta del gobierno central. Ante esto, sufrió un gran número de críticas al punto que salió a pedir disculpas.
Podemos ser oficialistas u oposición, pero es necesario tener la capacidad cívica de reconocer las opiniones opuestas. Esta nueva inquisición y cultura de la cancelación lleva años sobre nosotros, y es un síntoma de una sociedad intolerante y poco democrática que es, a lo menos, preocupante.
Javier Ávila Parada Fundación para el Progreso
Partidos y sistema electoral
La semana pasada señalé que el nuevo debate constitucional debería focalizarse en cuatro aspectos esenciales y que tres de ellos: forma de gobierno, sistema electoral e institucionalidad de los partidos políticos, estaban íntimamente vinculados.
Lo primero que hay que decir es que el presidencialismo difícilmente será compatible con el multipartidismo, en especial si éste pasa a ser polarizado (caso chileno y peruano, por ejemplo). De esta forma, es indispensable buscar un sistema que, siendo representativo, favorezca y no obstaculice la gobernabilidad, esto es, la formación de mayorías que respalden y sostengan el accionar del gobierno. Las opciones podrían ser distritos uninominales o tri-nominales. Dada nuestra historia política (multipartidismo y tercios), me parece aconsejable que cada unidad territorial elija a tres representantes. Asimismo, la existencia de barreras al ingreso a formaciones partidarias muy minoritarias, como el umbral mínimo de representación, que exige un porcentaje básico de respaldo a nivel nacional (5 a 7%), son indispensables La cantidad de distritos o circunscripciones corresponde a otra discusión.
Lo segundo, es que la democracia representativa requiere de partidos políticos bien organizados, con principios y programas de acción claros y conocidos. La institucionalidad de los partidos, esto es, las normas vigentes que los regulan, son actualmente muy insatisfactorias.
Por ejemplo: la definición constitucional es inadecuada y negativa; los requisitos para constituirse son poco exigentes y, a pesar de eso, difíciles de cumplir y, no existe la obligación real y exigible de rechazar y repudiar la violencia política. En estas materias, la Constitución Política de la República Federal de Alemania o Ley Fundamental de Bonn, contiene numerosos preceptos que deberíamos tener en cuenta. Lo tercero y último, es que los partidos deben cumplir sus tareas como corresponde. De lo que se trata es de reclutar y preparar a los adherentes o simpatizantes para que puedan desempeñarse adecuadamente en los cargos de dirección y de decisión pública, sean éstos o no de elección popular.
Jorge Eduardo Vives Dibarrart Abogado