Imposible no conmoverse con las imágenes y noticias de incendios forestales. Fuego que arrasa con bosques, plantaciones, casas, dejando desolación a su paso, para cientos de familias sencillas que ven su hogar convertido en cenizas. Pasó en Valparaíso a fines de 2022; en Paillaco hace pocos días y está pasando desde el Bío Bío a Los Ríos, desde la semana pasada. Y sigue hoy.

Las imágenes son impactantes. Angustia también saber que casi todos estos hechos (un 99% según las investigaciones) son causados por personas inescrupulosas que activan llamas por descuido al realizar quemas, no apagar fogatas, botar desechos combustibles. Pero también por algunos que intencionalmente generan focos simultáneos en distintos puntos y provocan daños inmensos, con objetivos claramente delictuales.

Si se encuentra a los responsables, las penas que establece la ley pueden ser desde los 541 días hasta los 20 años de presidio. Son severas. Sin embargo se sabe que solamente dos de cada cien causas que se abren por estos hechos llega a un veredicto condenatorio. No es fácil investigar, ni probar; aunque existen más herramientas desde 2017, cuando se produjo la llamada "marea de fuego". Claramente, son temáticas que deben ser revisadas, lo mismo que los aportes para Conaf y para Bomberos, que sufren enormes pérdidas de equipos después de cada jornada de combate a las llamas.

Y el tema es urgente. Esta "temporada de incendios" (junio de 2022 a julio de 2023) a nivel nacional y de acuerdo a datos registrados por Conaf hasta ayer, se han registrado 4258 incendios forestales en el país; un 7% más que en la temporada anterior, pero la cantidad de hectáreas destruida es 404% superior: pasó de 47 mil a 233 mil.

En Los Ríos es aún más preocupante. Se han registrado menos incendios (65 y antes fueron 70); pero la superficie afectada pasó de 91 hectáreas a 3.507. En porcentaje, es la mayor alza del país en esta materia: 3.736% más (www.conaf.cl).

Son cifras altísimas, inquietantes, que solamente se pueden revertir con prevención, más en estos días cuando se combinan factores peligrosos, los llamados 30-30-30: más de 30 grados de calor, vientos de más de 30 kilómetros por hora y 30% de humedad. Tomar conciencia es un deber.

Hace exactamente cinco años tomamos la decisión estratégica de incorporarnos formalmente como Aproval al trabajo sectorial que la cadena láctea venía desarrollando al alero del Consorcio Lechero. Coincidieron en esta gestión nuestra necesidad de vincularnos a instancias de representación sectorial que tuvieran una agenda con sentido para todos los actores, y especialmente para la producción primaria y - por otro lado - la necesidad del Consorcio Lechero de recuperar la representación de los productores de leche en su mesa de trabajo.

Coincidiendo en nuestras agendas y en nuestras miradas de futuro y compartiendo la necesaria actitud de colaboración entre los diferentes agentes del sector, a partir de entonces podemos concluir que la decisión de sumarnos a esta instancia fue acertada y con el paso del tiempo le ha agregado valor a la gestión de ambas organizaciones.

Al mirar lo que ha ocurrido en esto cinco años, se nos viene a la memoria el intenso trabajo desplegado para darle racionalidad a algunas iniciativas legislativas con impacto sectorial, experiencia que fue clave para entender la importancia de consensuar posiciones en torno a temas relevantes para la cadena y, lo más importante, ser capaces de llevar estos argumentos a instancias relevantes a nivel del Ejecutivo y Legislativo.

También ha cobrado un valor insospechado el camino emprendido en torno a los criterios de sustentabilidad que se han transformado en un eje estratégico para el desarrollo presente y futuro de todas las actividades productivas y que en nuestro caso hemos venido abordando integralmente a nivel de la producción primaria y el procesamiento industrial.

Específicamente en el ámbito de los productores de leche, el trabajo técnico en torno al riego que visionariamente habíamos iniciado desde Aproval fue recogido e incorporado en la agenda del Consorcio Lechero y hoy se ha transformado en una de las áreas de trabajo más activas, tanto en sus dimensiones técnica, como legal.

Otra área que ha cobrado especial relevancia ha sido la valorización y promoción del consumo de lácteos a través del programa Gracias a la Leche. Desde una perspectiva estratégica, éste fue otro ámbito de acción que veníamos desarrollando regionalmente y que con nuestra incorporación al Consorcio Lechero se ha visto potenciado y fortalecido de manera significativa y con resultados concretos de una trascendencia que solo con el tiempo será valorada en toda su dimensión, como fue la reciente incorporación de los lácteos entre las recomendaciones de consumo del Ministerio de Salud a través de sus nuevas "Guías Alimentarias".

Paulina Carrasco Gorman

Presidenta Aproval Leche A.G.