La región se encuentra desde el viernes en estado de Alerta Temprana Preventiva por la aparición de casos de influenza aviar. En particular, fue confirmado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) que se debe a esta causa la mortandad de cisnes de cuello negro registrada durante la semana en el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter y de inmediato se activaron medidas de seguridad y prevención para controlar la situación y frenar su avance.

Esta determinación, tomada por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), se basa en protocolos nacionales vigentes desde diciembre de 2022, cuando se detectó el primer caso de H5N1 en el país y que, hasta ahora, no había sido necesario aplicar a nivel local. Antes de conocerse estos hechos hubo otras 20 denuncias y sospechas de contagios, pero ninguna había sido confirmada.

En este nuevo escenario deben coordinarse los servicios públicos para el monitoreo de espacios naturales, retiro de aves muertas y sacrificio de algunos ejemplares enfermos que no podrán sobrevivir. Además, debe entregarse adecuada orientación a la comunidad para que contribuya en el proceso. Al respecto es importante señalar que el contagio de esta gripe es poco frecuente a los humanos, pero al manipular un animal enfermo puede tenerse contacto a través de la nariz o boca y generarse la enfermedad (por eso quienes trabajan en el área deben usar protección y mascarillas siempre) Entonces, la primera recomendación es no tocar, ni acercarse, a las aves fallecidas o a algunas que presenten algunos síntomas como desorientación, diarrea o plumaje erizado. Si se detecta alguna, de inmediato se debe llamar al SAG.

La gripe sí puede afectar a las aves de corral. Pero es importante recalcar que las personas no se contagiarían al consumir carne de ave o huevos; sino al exponerse a la saliva, mucosa o heces. Por ello, el manejo sanitario es primordial.

El ministerio de Salud tiene una campaña para entregar antecedentes y también trabaja bajo el concepto de "Una Salud"; es decir, no se trata solamente de los humanos, sino de todo el entorno. De ahí las coordinaciones con el Servicio Nacional de Pesca, el SAG y Conaf. Ahora, a nivel local, resulta importante reaccionar con tranquilidad e informarse.

Antes de lo esperado comenzaron las cosechas de granos en nuestra región. Las condiciones climáticas secas y de altas temperaturas apuraron el proceso de secado, lo que significó que a mediados de enero ya viéramos una cantidad importante de cosechadoras haciendo lo suyo en los campos que nos rodean. Hubo buen clima para cosechar, lo que aportó cierto nivel de tranquilidad ante la preocupación de precios a la baja que se proyectaban internacionalmente. Pero esta tranquilidad que brindaba el clima no duró mucho.

Se empezó a generar otro problema para los productores mientras avanzaban sus cosechas: la comercialización de los granos.

A medida que pasaban los días se tornaba cada vez más difícil colocar los granos en las bodegas de los distintos poderes compradores a nivel nacional. Importación de granos, mayores stocks precosecha y otros factores, complicaron las ventas.

Con costos de producción históricamente altos y precios de venta a la baja, esta variable complejizó el término del ciclo productivo 2022-2023.

Ante este escenario surge la pregunta de cómo mejorar los procesos de comercialización. En un rubro lleno de incertidumbre y riesgo, debemos buscar certezas, y una herramienta potente es la agricultura por contrato. Que exista un compromiso por parte del agricultor de producir lo que las distintas industrias requieren, y en contraparte un compromiso de los poderes compradores en recibir esa producción según lo acordado. Hoy existen modelos de este tipo que funcionan, algunos comprometiendo volúmenes y precios, y en otros sólo volúmenes. Este tipo de iniciativas da certezas a ambas partes.

En el contexto de la guerra Ucrania-Rusia se comenzó a hablar recurrentemente de conceptos como soberanía y la seguridad alimentaria, incluso a nivel gubernamental se puso el tema en agenda y se incentivaron y apoyaron procesos de siembra, pero si se busca una mayor y mejor oferta, debe haber una demanda dispuesta a absorberla.

Si se quiere avanzar en potenciar nuestra producción de granos, debemos avanzar en formalizar lazos comerciales y con ello darle estabilidad y robustez a la cadena agroalimentaria.

Marcela Espinoza M. Directora Ejecutiva Saval F.C.