Hace pocos días el gobierno regional y los consejeros de Bío Bío señalaron que estaban abiertos a incluir las solicitudes ciudadanas en la Estrategia Regional de Desarrollo, ERD, que es la carta de navegación que los territorios tienen para priorizar sus decisiones.
En esa zona, la ERD estaba aprobada hasta 2030 y se encontraba en etapa de socialización cuando comenzaron las protestas. Por lo mismo, el intendente y las autoridades del Core se abrieron -según consignó el Diario El Sur- a una revisión los lineamientos en todas las áreas, pero particularmente en el eje de bienestar y condiciones sociales.
Desde Los Ríos, esa propuesta puede servir de ejemplo, pues localmente se debe renovar la Estrategia, elaborada en 2009 y con vigencia hasta 2019. Ya se hizo una evaluación con detalle técnico de la gestión y ahora corresponde cambiarla, proceso que sin dudas debería reflejar lo acontecido en todo el país.
¿Por qué sería interesante hacerlo? Básicamente porque la ERD puede orientar los énfasis del trabajo de la autoridad, recogiendo lo que la ciudadanía también espera.
Si bien los gobiernos de las regiones no tienen autonomía de fondos para solucionar todos los problemas de educación, salud o jubilaciones (que encabezan las demandas comunitarias), sí pueden hacer convenios e incidir en la generación de proyectos sectoriales con los ministerios orientados en esas direcciones. Algo similar a los convenios de programación que Los Ríos tiene con Salud y con el Ministerio de Obras Públicas, pero con seguimiento real a la realización de las obras, para que ellas no se demoren, ni se entrampen.
Otra área que puede enfatizar la Estrategia de Desarrollo Regional de Los Ríos puede ser la Política de Participación Ciudadana, aún en trámite, que permita una mayor incidencia de la comunidad en las determinaciones. Hasta ahora, como se ha reiterado en múltiples oportunidades, existe espacio para escuchar a la ciudadanía, pero no la obligación de hacerle caso en materias que la afectan directamente.
Cambiar eso de manera formal, estableciendo un criterio técnico también, podría ser positivo. Más aún considerando que la actual ERD se construyó con amplia colaboración comunitaria.