Si bien hoy en día sabemos que los videojuegos no constituyen únicamente una herramienta de entretención, sino de aprendizaje y apoyo en diversos ámbitos de la industria, tanto en gestión como en desarrollo de procesos, aún se piensa que el uso de estas plataformas se encuentra asociado al segmento más joven de la población. No obstante, la incorporación de videojuegos en terapia ocupacional ha demostrado una serie de beneficios para mantener las capacidades físicas y cognitivas de los adultos mayores.

Los efectos de juegos como Neuroracer han sido testeados por la Universidad de California en individuos de 60 a 85 años, concluyendo una mejora considerable en su memoria y capacidad de atención. De igual forma, Microsoft implementó el programa Exergamer Wellness para combatir la depresión en residencias para adultos mayores a través de videojuegos.

Otro factor importante es la oportunidad de poder practicar deportes a través de dispositivos kinect y realidad virtual y también la implementación de desarrollos creados para facilitar la rehabilitación en pacientes postrados y con dificultades motoras, una innovación transdisciplinaria que conjuga arte visual, música, ingeniería, tecnología y salud en un solo soporte.

Cada vez los seres humanos tenemos expectativas de supervivencia más altas y con eso se instala el desafío de trabajar por una mejor calidad de vida. Es por este motivo que debemos modernizar procesos en educación, salud e industria, promoviendo la incorporación de nuevas tecnologías como los videojuegos desde una mirada integradora.