Este domingo 8 de marzo se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer, destacándose la importante lucha que han dado y dan miles de mujeres en la búsqueda por la paridad de género.
En ese mismo sentido, y junto con reconocer y valorar la labor de dichas mujeres les quiero entregar algunos antecedentes que nos invitan a reflexionar sobre la importancia del género femenino en el ámbito laboral, y cómo la inserción de más mujeres al trabajo remunerado puede provocar un efecto directo en el desarrollo de los países.
Durante la XIV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, celebrada durante la última semana de enero en Santiago, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) presentó el documento "La autonomía de las mujeres en escenarios económicos cambiantes" y en él se invita a atender de manera urgente esta materia, sobre todo en el contexto económico actual. Entre las principales conclusiones del informe se explica que "Las desigualdades de género son un obstáculo para el desarrollo sostenible, y los cambios en el escenario que enfrenta la región son una manifestación de la urgencia de avanzar decididamente hacia estilos de desarrollo que contemplen en sus cimientos la igualdad de género y la autonomía de las mujeres, así como la garantía de los derechos de todas las personas sin excepción".
Pero más allá de las brechas y los desafíos pendientes, existen estudios como el del Banco de Desarrollo de América Latina, que sostienen que gracias a la incorporación de 70 millones de mujeres al mercado laboral en los últimos 20 años, Latinoamérica logró tasas de crecimiento promedio de alrededor del 5% entre 2002 y 2008, reduciendo la pobreza extrema y permitiendo que la clase media creciera a niveles históricos.
Otro dato, de esta institución, nos indica que si las mujeres se incorporaran masivamente al mundo laboral remunerado, el PIB de Latinoamérica aumentaría hasta un 34%, dando cuenta del potencial dinamizador a la economía que imprimen las mujeres en esta parte del continente.
Todas estas cifras, nos muestran el rol determinante que tiene la mujer en el mundo laboral actual, y la necesidad de nuestra sociedad de promover la reducción de las brechas laborales y salariales, ya que la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres no es solo un tema de justicia, sino también tiene un sentido de desarrollo.
Laura Bertolotto Navarrete
Rectora Santo Tomás Valdivia