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Programa mundial de alimentos de la ONU gana el nobel de la paz 2020

GALARDÓN. El servicio PMA, ha identificado al cambio climático, la presión económica y, ahora, a la pandemia como las principales causas del hambre en el mundo.
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Agencias

El director del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley, afirma que entregar el Nobel de la Paz 2020 a este organismo de Naciones Unidas "ha centrado la atención mundial en las personas que tienen el derecho a vivir en paz y sin hambre".

En una nota, el estadounidense Beasley, exgobernador de Carolina del Sur, explica que este galardón "es un reconocimiento conmovedor al trabajo del personal del PMA que arriesga su vida todos los días para llevar alimentos y asistencia a cerca de 100 millones de niños, mujeres y hombres hambrientos de todo el mundo, personas cuyas vidas a menudo se ven brutalmente destrozadas por la inestabilidad, la inseguridad y los conflictos".

Beasley argumenta que "cada uno de los 690 millones de personas que padecen hambre en el mundo de hoy tiene derecho a vivir en paz y sin hambre" y "el comité del Nobel noruego ha centrado la atención mundial en ellos y en las devastadoras consecuencias de los conflictos".

"El cambio climático y las presiones económicas han agravado aún más su difícil situación y ahora, una pandemia global con su impacto brutal en las economías y comunidades, está empujando a millones más al borde de la inanición", agregó Beasley.

Para el director de este organismo de la ONU, dedicado, entre otras cosas, a llevar alimentos a las zonas más necesitadas del planeta, "el premio Nobel de la Paz no es solo del PMA" pues se trabaja "en estrecha colaboración con gobiernos, organizaciones y socios del sector privado cuya pasión por ayudar a los hambrientos y vulnerables es igual a la nuestra".

"No podríamos ayudar a nadie sin ellos. Somos una agencia operativa y el trabajo diario de nuestro personal está impulsado por nuestros valores fundamentales de integridad, humanidad e inclusión", agrega.

Conflictos y hambre

Beasley señala que "donde hay conflictos, hay hambre. Y donde hay hambre, a menudo hay conflictos".

El premio, asevera, "es un recordatorio de que la seguridad alimentaria, la paz y la estabilidad van juntas. Sin paz no podemos lograr nuestro objetivo global de hambre cero y, mientras haya hambre, nunca tendremos un mundo en paz".

"Creo que esta es la primera vez en mi vida que me quedo sin palabras", contó Beasley a The Associated Press desde Níger. "Estaba muy impactado y sorprendido".

Del personal de la agencia, dijo que "están en los lugares más difíciles y complejos del mundo, donde hay guerras, conflictos, climas extremos (...) se merecen este premio".

Los motivos

A la hora de conceder el premio, el comité del Nobel explicó que esta agencia de la ONU lo merece "por sus esfuerzos para combatir el hambre, por su contribución a mejorar las condiciones de paz en las zonas afectadas por conflictos y por actuar como motor de los esfuerzos para prevenir el uso del hambre como arma de guerra y conflicto".

Berit Reiss-Andersen, presidenta del Comité Noruego del Nobel, también dijo que con este reconocimiento "desea volver los ojos del mundo hacia los millones de personas que padecen o enfrentan la amenaza del hambre".

El PMA es la organización humanitaria más grande del mundo que se ocupa del hambre y promueve la seguridad alimentaria y en 2019 brindó asistencia a cerca de 100 millones de personas en 88 países, recordó la entidad noruega.

"En 2019, 135 millones de personas sufrieron de hambre aguda, la cifra más alta en muchos años", agregó la presidenta del Comité Noruego del Nobel. "La mayor parte de este incremento se debió a la guerra y a los conflictos armados. La pandemia del coronavirus ha contribuido a un fuerte repunte del número de víctimas de la hambruna en el mundo", indicó.

Muchos candidatos

Este año no faltaron causas ni candidatos en la lista de aspirantes, con 211 personas y 107 organizaciones nominadas. Los ganadores del prestigioso galardón reciben un premio en efectivo más de 1,1 millón de dólares y una medalla de oro, que se entrega en una ceremonia en Oslo, Noruega, el 10 de diciembre.

100 millones de personas en 88 países recibieron en 2019 la ayuda del Programa Mundial de Alimentos, que fue distinguido este año.

"La comida es la mejor vacuna"

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El PMA pidió a los donantes, ya sean Estados o entes privados, que hagan un esfuerzo y busquen en el fondo de sus bolsillos para permitir que esta organización pueda seguir ayudando a quienes sufren hambre. "La caída de la economía (a causa de la pandemia) significa que ahora contamos con más gente a la que tenemos que prestar asistencia y esperamos seguir haciéndolo, así que pedimos a los donantes que busquen en el fondo de sus bolsillos, más allá de los desafíos que cada quien tenga", dijo el portavoz del PMA en Ginebra, Tomson Phiri. Recordó que los donantes han apoyado mucho el trabajo de la organización durante largos años y que han visto los resultados positivos. "La comida es la mejor vacuna que hay hasta que haya una vacuna", agregó y pidió no subestimar los datos del hambre proyectados en el mundo poscovid.

El 50% de los pacientes con dolor crónico no recibe atención en Latinoamérica

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Unos 190 millones de personas padecen de dolor crónico en América Latina, pero alrededor del 50 % de los pacientes con diagnóstico no han podido recibir un seguimiento médico apropiado, alertaron especialistas.

"Esta situación, además, se ha agudizado debido a la pandemia", aseguró Joao García, presidente de la Federación Latinoamericana de Asociaciones para el Estudio del Dolor, en una rueda de prensa.

García agregó que el dolor es el síntoma que más a menudo conduce al sufrimiento de las personas y es más prevalente que otros síntomas como la ansiedad, la depresión o los mareos.

Aseguró que el retraso en el diagnóstico de esta enfermedad se agudiza debido a situaciones como la pobreza y la baja cobertura de seguridad social.

Junto con ello, la pandemia por covid-19 ha orillado a que la mayoría de los centros de salud prioricen la atención del coronavirus, pese a que los pacientes con enfermedades crónicas, incluyendo los que padecen dolor, son considerados población de riesgo por sus trastornos inmunológicos.

Todo esto, apuntó, provoca que en América Latina haya el triple de personas con dolor crónico de las que existen en el resto del mundo. "Al no atenderlos correctamente y a tiempo, su condición empeora y es cada vez más difícil brindarles el alivio que necesitan para continuar con sus vidas", dijo.

Años para diagnóstico

"Los pacientes pueden tardar años en recibir el diagnóstico y tratamiento correctos. A pesar de los avances, es un grave problema de salud pública", dijo Argelia Lara, jefa de medicina del dolor y paliativa del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

Señaló que ya antes de la pandemia el correcto diagnóstico podía tardar, en promedio, dos años, por lo que ahora podría tardar todavía un poco más.

La especialista explicó que el dolor crónico es aquel que tiene una duración mayor a tres meses y puede ir de leve a severo, a diferencia del dolor agudo, que se presenta de inmediato a raíz de alguna lesión.

Sin embargo, lamentó que, a diferencia de muchas otras patologías, esta es una condición subjetiva, además de que todavía no existen pruebas para detectar el dolor y cada persona puede padecerlo de manera diferente.

Destacó que la falta de educación, de políticas gubernamentales y el alto costo de los medicamentos son las principales causas para que este padecimiento tenga cifras tan bajas de diagnóstico.

El dolor crónico, dijo, limita las oportunidades de ser económicamente productivo, de tener relaciones familiares y sociales plenas y, en conjunto, de llevar una vida satisfactoria. "De hecho, aproximadamente el 30% de las personas con dolor crónico tiene dificultades para mantener un estilo de vida independiente y son más propensos a presentar trastornos emocionales," detalló Lara.

190 millones de personas padecen dolor crónico en América Latina; el triple que en el resto del mundo.