Valdivia se vuelve la vitrina para las películas de jóvenes cineastas de todo el mundo
PRESENCIA. Por tercer año el FICValdivia integra a sus alternativas la competencia de filmes hechos por nuevas promesas del séptimo arte.
Un enjambre de mariposas blancas asola un poblado en Francia. En medio de la devastación Lou descubre sus sentimiento por su amiga Sam.
En las afueras de Roma hay un lugar de viviendas ilegales. Se llama Idroscalo di Ostia y es ahí es donde pasan sus días Franca y sus hijas.
Una mujer construye su propia realidad mientras trabaja en el invernadero familiar, imaginando cómo sería su vida después de la muerte de sus padres.
Las historias corresponden a "Pyrale", de Roxanne Gaucherand (Francia); "Punta sacra", de Francesca Mazzoleni (Italia) y "The plastic house", de Alison Chhorn (Australia); respectivamente. Son tres de las seis realizaciones que este año compiten en el 27° Festival Internacional de Cine de Valdivia en Largometraje Juvenil Internacional.
El certamen considera por tercera vez la exhibición de un nuevo cine hecho por directores con trayectorias iniciadas en promedio en 2014.
La sección tiene a Tiziana Panizza como programadora de las obras que se han podido ver gratis a través del sitio www.ficvaldivia.cl. También, como la encargada de liderar el conversatorio Voces Cine que se hizo con los tres realizadores que completan la lista en carrera por un premio Pudú: Salomón Pérez ("En medio del laberinto", Perú), Andrea Testa ("Niña mamá", Argentina) y Sol Berruezo Pichon-Rivière ("Mamá, mamá, mamá", Argentina).
"Son películas de factura sencilla, tal vez sin grandes presupuestos, pero con una tremenda potencia cinematográfica, que desafían los modos de producción, pero que también instalan nuevas formas creativas. Por eso son tan especiales", dice Panizza, ganadora del FICValdivia de 2017 con su filme "Tierra sola".
Una cruda realidad
En "Niña mamá", Andrea Testa retrata la maternidad prematura a través de las conversaciones de asistentes sociales con jóvenes madres en los consultorios de un hospital público de Argentina. Es un documental donde su directora habla de la población pobre y de los cuerpos precarizados.
"Para generar un lazo con las protagonistas que querían participar con sus relatos en la película, hubo que hacer un trabajo muy sensible. Tuvimos que pensar la forma en que el lenguaje cinematográfico no se transformara en un abuso más y una violación a sus derechos. Por eso es que no hay planos robados, ni micrófonos escondidos. Todo ocurre con pleno consentimiento y en un proceso constante de ir descubriendo cómo hacer nuestro trabajo de la manera más respetuosa posible. La película reposa en una humanidad tremenda y compleja", dice Testa.
Sobre un skate
En "En medio del laberinto", Salomón Pérez aborda la historia de Renzo, un skater de 17 años y su nueva amiga Zoe, que está obsesionada con el dibujo y las antenas telefónicas. A través de sucesivos encuentros, ambos comienzan a redescubrir un entorno aparentemente cotidiano.
El realizador es de la ciudad de Trujillo, a la que regresó tras estudiar dirección de cine en Suiza. Y lo hizo con un guión en carpeta: "Y un modelo de producción radical, en el aspecto que en Perú no es común grabar una película sin nada de dinero".
Para escoger al protagonista de su largometraje, Pérez hizo un casting y descubrió a Renzo, a quien le propuso grabar su vida como si fuera un documental. En el camino entonces se fue armando la historia repleta de interacciones reales, con momentos de