Larga espera por los nuevos accesos
La tristeza de los accidentes en la ruta a Paillaco obliga a recordar los anuncios por la doble vía, que ya tienen más de 10 años. Mientras llega una solución de largo plazo, los vecinos aseguran que es urgente mejorar señalética, la iluminación, las protecciones en las orillas, fiscalización.
Semana a semana se suceden los accidentes en la ruta T-206 que une Valdivia-Paillaco. Muchos de ellos, lamentablemente, terminan con víctimas fatales y personas gravemente heridas. Ejemplos recientes hay demasiados y preocupantes.
Cada vez que estos tristes temas ocupan la agenda informativa, se recuerda la necesidad de mejorar ese camino y la memoria remite al largamente postergado proyecto de dobles vías en los accesos norte y sur a Valdivia. Los anuncios al respecto ya tienen más de diez años y mil promesas electorales.
Recién en abril pasado el Ministerio de Obras Públicas anunció que en 2022 comenzaría el diseño y la Evaluación de Impacto Ambiental (no se debe olvidar que cruza humedales, que requieren especial cuidado); algo que augura una espera hasta 2025, aproximadamente. Falta mucho todavía.
En junio de 2021 parlamentarios, dirigentes vecinales y autoridades municipales llamaron -nuevamente- la atención sobre este extenso plazo y comenzaron una campaña para reunir firmas y lograr que el MOP apure sus tiempos. Antes, el tema se analizó en la Cámara de Diputados y se pidió informes ministeriales. Todas esas gestiones son favorables, sin dudas, pero no garantizan avances más acelerados.
Hasta ahora, tampoco se ha clarificado una vieja duda sobre la instalación o no de los respectivos peajes en los accesos; algo reflotado luego que la comunidad de Lanco volviera a plantear una petición de hace dos décadas: cambiar la ubicación de la plaza actual hacia el límite regional con La Araucanía. Esto en el marco de la nueva concesión de la Autopista de Los Ríos, que debe materializarse durante el próximo año.
En tanto todas las aristas del problema son analizadas; los accidentes en la T-206 no cesan y se hace urgente aplicar soluciones intermedias, que permitan un desplazamiento más seguro por todo el tramo. La comunidad habla de mejor iluminación, más señaléticas, protecciones en las orillas, tratamiento a la carpeta resbaladiza con heladas o dañada con baches; además de fiscalizaciones más estrictas para que los conductores moderen la velocidad de tránsito. Por supuesto que esto no sería lo ideal y demanda recursos; pero es algo, mientras llega una solución de más largo plazo y con mayor inversión.