Inicio de campaña y propaganda
Desde esta semana y hasta el 18 de noviembre, los candidatos y candidatas pueden promover sus ideas y propuestas. Además de los siete presidenciables, a nivel local hay 105 aspirantes a catorce lugares en el Core; 17 para los tres cupos al Senado y 25 para los cinco en la Cámara...
Comenzó el período de propaganda para las elecciones del 21 de noviembre, en las cuales podrán votar casi 15 millones de personas; 350 mil de ellas, habitantes de Los Ríos.
La promoción política se podrá realizar hasta el 18 de noviembre. Es decir, hay menos de dos meses para que los candidatos y candidatas a la Presidencia, el Congreso y los Consejos Regionales (Core) puedan a conocer sus propuestas. Algo no sencillo si consideramos la gran cantidad de postulantes a cada cargo. Además de los siete presidenciables, a nivel local hay 105 aspirantes a catorce lugares en el Core; 17 para los tres cupos al Senado y 25 para los cinco puestos en la Cámara de Diputados.
Todos ellos aparecerán en papeletas que incluyen 17 listas diferentes, distinguidas por letras.
Así las cosas, los mensajes de propaganda deberán intensificarse, para que la ciudadanía pueda identificar a unos y otros. La legislación vigente es clara con los límites de esa comunicación: no se puede desplegar lienzos en aviones; tampoco pintar paredes; ni usar perifoneo; menos transmitir imágenes en cines o teatros. Sí se puede contar con brigadistas que entreguen volantes; también usar espacios como plazas y parques u otros para carteles que no superen los 2 metros cuadrados y además instalar afiches o letreros en recintos privados, con autorización de los propietarios, pero sin exceder los 6 metros cuadrados de dimensión. A través de los medios de comunicación hay reglas (costos, dimensiones) determinadas por el Servel; pero las redes sociales tienen sus propias dinámicas.
A través de todos estos espacios el objetivo es entregar información que ayude a las personas a tomar, responsablemente, mejores decisiones. Eso es lo ideal. Pero, lamentablemente, resulta habitual que se caiga siempre en la tentación de promesas difíciles de cumplir o de afirmaciones irrespetuosas que empañan el buen desarrollo democrático que un proceso como éste se merece.
Aunque tal escenario sea probable, siempre hay esperanza en que las próximas semanas tengan más de buenas ideas que de enfrentamientos; más de proyectos reales que de palabras que jamás se puedan honrar; de verdadero interés en las personas y miradas conjuntas por una mejor región y un mejor país.