"Nahuel será un referente y un punto de inflexión para la animación en Chile"
ESTRENO. Hablan creadores de "Nahuel y el libro mágico", largometraje que transcurre en Chiloé y que llega a los cines el 20 de enero.
Amelia Carvallo
El 20 de enero se estrena en cines "Nahuel y el libro mágico", película animada de Germán Acuña que acontece en la Isla Grande de Chiloé. Ahí vive Nahuel, un niño de 12 años que deberá enfrentar sus temores para salvar a su padre que ha sido capturado por un oscuro brujo.
El director Acuña y el productor ejecutivo, Pato Escala - ganador del Oscar por su cortometraje animado "Historia de un oso" en 2016-, cuentan que son del sur: el primero de Parral, el segundo de Talcahuano, así que tuvieron infancias impregnadas con la flora y fauna austral.
Respecto a cómo se conocieron, fue por trabajo. Dicen que tienen "empresas hermanas" -Punkrobot en el caso de Escala, Carburadores en el de Acuña-. "Somos parte de la Asociación Gremial de Animación y de Chile Animations, una suerte de marca sectorial que ha sido crucial para internacionalizar los dibujos chilenos", explica Escala y recuerda que en 2015 se mostraron los primeros montajes de "Historia de un oso" y las primeras animaciones de "Nahuel y el libro mágico". Ya entonces quedaron sorprendidos del nivel al que habían llegando en términos de animación.
Circuito de festivales
La película se estrenó mundialmente en el tradicional y longevo Festival de Annecy, en Francia, en junio de 2020. Siguieron otros puntos del orbe como Tokyo, donde estuvieron en Anime Award Festival y se ganaron un premio a la excelencia. "Fue bien reconfortante ganar un premio en la tierra donde nació el animé, fue un súper buen espaldarazo", enfatiza Acuña.
Cuenta que también estuvieron en Nueva York, en el International Children Film Festival, y en el Animation Films en Los Ángeles; en Rusia se presentaron en el Big Cartoon Festival y en Alemania en Schlingel Film Festival. Por cierto, "Nahuel y el libro mágico" ganó acá en Chile el premio a la Mejor Película Latinoamericana en Chilemonos, algo que valora mucho esta dupla creadora.
-Germán, ¿qué comentarios recibieron en el extranjero?
-Han sido súper positivos, los he recibido muy bien como realizador, sobre todo porque uno siempre tiene esos miedos de no poder contar bien la historia que tiene en la cabeza. Con la aparición de las primeras críticas quedé conforme, porque se entendió bien, la película se expresó en todos sus niveles y en lo medular, que es la historia de un padre y un hijo, la superación de los miedos.
Dimensión mitológica
El primer atisbo de la historia le vino a Acuña en 2011, en unas vacaciones familiares en el sur donde estaba con su pequeño hijo. Cuenta que en los públicos extranjeros también llamó la atención la atmósfera del filme con todo el imaginario sureño de magia y sucesos inexplicables. "Poner esa aura fue una de las tareas esenciales en las que empezamos a trabajar con Juan Pablo Sepúlveda, coguionista y muy amigo. Hubo muchas conversaciones con la gente de allá, mucha investigación, lecturas. Hicimos tres viajes a la zona a investigar, el último fue con el equipo de arte y nos trajimos un banco de fotos, alrededor de mil 500 que dividimos en diferentes categorías: arquitectura, vestuario, gente, animales, vegetación, comida... absorbimos toda la visualidad de Chiloé y la bajamos a nuestra hoja de ruta".
-Patricio ¿qué te parece el resultado?
-Esta película, como lo veo yo, debe ser la mayor apuesta artística y técnica que se haya hecho en animación en Chile. Creo que será un referente y un punto de inflexión para la animación. Llegó a un nivel que efectivamente le permite ir y competir de igual a igual con películas de otros países. Creo que va a ser un referente no solo a nivel nacional, también los será a nivel latinoamericano.
-Invitar a Felicia Morales a la composición musical, ¿fue un acierto, no?
-Yo creo que sí. Bueno, con la Felicia nos conocíamos de antes, del mundo musical, y ella un poco antes de que comenzáramos la producción había grabado su primer disco y yo sentí que ese trabajo tocaba muy bien como el tono y la nota de lo que queríamos para Nahuel.
-Estás en el proceso de una nueva película, "La veta del Diablo": ¿cómo va eso?
-Está inspirada y situada en la época del salitre en el Desierto de Atacama en Chile, en los primeros años del 1900. Es una especie de western fantasma latinoamericano protagonizado por Mercedes, una adolescente de 16 años. Sigue un poco la misma línea de Nahuel, tiene animación en 2D y nos hemos subido la vara a nivel técnico y artístico. Es un proyecto que ya tiene una preproducción avanzada, en estos momentos estamos tratando de conseguir los recursos para avanzar a producción y posproducción. Yo creo que esta película va a tener un público un poquito grande, la ficción está un poco vinculada a la historia de mi abuela Mercedes, que vivió en una salitrera en el norte.