La Real Academia de la Lengua (RAE) se mantiene alerta a la evolución del castellano en el mundo y acepta los cambios que el uso provoca en él, considerando que un idioma es una herramienta de entendimiento y las palabras dan cuenta de la realidad que las personas viven. Se "nombra" al mundo para entenderlo mejor.

En ese contexto es que, hace un par de días, fue aceptado y añadido al Diccionario Histórico de la RAE el término "covidiota", que alude -define el texto- "al que se niega a cumplir las normas sanitarias dictadas para evitar el contagio de covid".

Por supuesto que el adjetivo es negativo. Nada bueno. La Academia ha aclarado que no promueve su uso, pero acepta que alude a algo que sucede hoy. Pruebas, lamentablemente, hay en el mundo, en Chile y en la región. De muestra, los más de 4 mil detenidos que se han registrado en Los Ríos desde marzo de 2020, por incumplir al Artículo 318 del Código Penal, que sanciona al que "pusiere en peligro la salud pública por infracción de las reglas higiénicas o de salubridad, debidamente publicadas por la autoridad, en tiempo de catástrofe, epidemia o contagio…"

Entre esos amonestados hay desde quienes irrespetan el toque de queda, los que salen sin permisos, los que realizan fiestas o eventos clandestinos; hasta 13 enfermos diagnosticados con coronavirus sorprendidos circulando en la vía pública. "Covidiotas" todos ellos, claramente.

Pero esa nueva -y triste- palabra no es la única vinculada a la crisis sanitaria que ha engrosado el vocabulario o se han puesto de moda. El pasado 31 de diciembre, un informe de la RAE enlistó a cuarentena, teletrabajo, distanciamiento incertidumbre, como las más usadas por hispanoparlantes el año pasado.

Además, en Chile, términos similares han inspirado hasta bautizos de perros y gatos. En el reciente balance del Registro Nacional de Mascotas, la Subsecretaría de Desarrollo Regional entregó, como dato anecdótico, que un centenar de animalitos había sido integrados al catastro con chip, bajo nombres como "Covi", "Cobi", "Covito", "Epidemia", "Mascarilla", "Pandemia", "Virus", "Pandemio" y un "Wuhan".

Es de esperar que, en los próximo meses, más de alguno pueda ser llamado "reactivación".

A más de un año del inicio de la pandemia; aun la palabra se asocia a ese futuro, aún lejano, en que nuestras vidas retornan a la normalidad. A ese renacer después de un período que ha sido difícil no sólo en lo sanitario, sino también en lo económico, social y emocional.

En este contexto crítico, cuesta celebrar y empujar el emprendimiento cuando muchas ideas han quedado en pausa y un sinfín de iniciativas no han tenido más alternativa que declararse en quiebra.

Es complejo, además, por la incertidumbre y la poca claridad que se tiene y que no nos permite garantizar el desarrollo habitual de nuestros proyectos.

Peor aún, darle una cierta mirada a largo plazo y estabilidad. En ese sentido, el cuestionamiento es correcto: ¿Podemos dedicarnos a idear nuevas iniciativas ante un escenario que cambia a diario...y más aún si eso está en el ADN de nuestra Facultad?

A más de un año de una pandemia que no tiene fecha de término, la respuesta es sí: es el momento de comenzar, y, es más, confiamos en ese comienzo como parte de la salida de este problema. Es el momento de mirar y mirarnos, de descubrir oportunidades que nos ayuden a mejorar parte de esta nueva realidad.

Porque esta es una habilidad intrínseca del ser humano: la capacidad de crear y modificar nuestro entorno, y estamos en un momento clave, donde el mundo nos demanda mayor empatía, más y mejores soluciones, más colaboración, más innovación.

Desde Centro 14K buscamos apoyar y fomentar estas habilidades, también desde un nuevo comienzo.

De haber repensado las necesidades y potencialidades de nuestra comunidad universitaria y regional, y a partir de nuestros recursos y servicios, insistir que es tiempo de crear sin límite.

Hoy reafirmamos nuestro compromiso con el mundo emprendedor, y los interpelamos a encontrar aquí, espacios de convergencia multidisciplinaria donde la tecnología y el conocimiento se unen para dar forma a las ideas que comienzan a mostrarnos ese futuro.

Dr. Richard Luco Salman Decano Facultad de Ciencias de la Ingeniería Universidad Austral de Chile