Cambio climático, humedales, agua: desafíos ambientales de Los Ríos
UNA MIRADA LOCAL. La ministra Maisa Rojas Corradi analizó algunos de los aspectos prioritarios para la región en los próximos cuatro años, durante los cuales se espera marcar el sello de "un gobierno ecologista..."
Uno de los temas que genera interés comunitario en Los Ríos es el cuidado del medioambiente. Así lo demuestran la ordenanza de humedales pionera de Panguipulli y la recientemente creada en Valdivia, con gobernanza comunitaria. También, la que debe comenzar a trabajar participativamente en Los Lagos.
Además, la región tiene un programa piloto de Cambio Climático y planificaciones para enfrentar la contaminación del aire. Junto a ello, la capital regional es una de las que más recicla en el país (58% de los habitantes dice separar desechos).
Por otra parte, desde esta zona se sigue con atención la tramitación del proyecto de Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), que generará cambios en la actual institucionalidad ambiental respecto del resguardo de parques nacionales y áreas privadas de conservación, que suman más de veinte (WWF, 2012) a nivel local.
En ese contexto es que la nueva ministra del área Maisa Rojas contestó un cuestionario vinculado con el tema y con los énfasis que la cartera tendrá en los próximos cuatro años, considerando que la administración del Presidente Gabriel Boric -señala Rojas- tiene como uno de sus objetivos clave "conformar el primer gobierno ecologista de Chile, que tiene como meta transitar hacia un nuevo modelo de desarrollo, que enfrente la crisis climática y también la pérdida de biodiversidad".
Áreas protegidas
¿Qué avances hay respecto de la implementación del SBAP y qué beneficios podría traer a regiones como Los Ríos?
-El Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas es prioritario y una deuda de la reforma ambiental de 2010, que está hace 11 años en el Congreso. Por eso, será una de las prioridades legislativas del Ministerio del Medio Ambiente durante este año.
El SBAP no solo será un servicio público enfocado en la protección de la naturaleza y orientado a resolver la dispersión institucional en las áreas protegidas, sino que también entrega una serie de herramientas para la conservación, mejorar el financiamiento del sistema de áreas protegidas y el control de especies exóticas invasoras, que además producen pérdidas económicas.
Un ejemplo de estas especies es el Ulex -o retamo espinoso-, un arbusto que invade los terrenos agrícolas y favorece incendios en la región. De hecho, se estima que Chile pierde $59 mil millones al año por la presencia descontrolada de siete especies invasoras. Sin duda el SBAP tendrá un gran impacto para Los Ríos, región que cuenta con múltiples áreas que necesitan esta protección.
¿De qué manera se apoyará a la comunidad o entidades privadas que resguardan esos espacios naturales?
-Recientemente dimos un paso muy relevante en esa línea al lanzar la Fundación Fondo Naturaleza Chile, que es un esfuerzo público-privado y que tiene como objetivo movilizar y canalizar recursos para la conservación de la naturaleza a gran escala en Chile. Gracias a esto, el mundo privado podrá complementar los esfuerzos del Estado destinados a la conservación de nuestro patrimonio natural.
Esta iniciativa se acaba de conformar, pero ya existen dos programas de trabajo: uno para áreas marinas protegidas y otro para bosques y cuencas. En esa línea, espero que la rica biodiversidad existente en la región de Los Ríos pueda beneficiarse de este nuevo instrumento.
¿Y con los humedales? La gestión de humedales urbanos corresponde a los municipios, pero no tienen recursos para limpiar y cuidar adecuadamente esas grandes extensiones de terreno...
-Los humedales son fundamentales, porque son un ejemplo de soluciones basadas en la naturaleza para enfrentar el cambio climático, la contaminación de las aguas y también resguardar nuestra biodiversidad. Por eso creemos que es necesario reforzar el trabajo que se ha hecho para protegerlos. El financiamiento sin duda que es un desafío, pero todos los actores deberemos buscar las mejores herramientas que nos permitan entregar efectivo resguardo a estos ecosistemas.
Agua
Hay escasez hídrica regional, pero no bastan los planes de mitigación a pequeña escala (aljibes). ¿Qué se hará con los factores humanos que la profundizan (gasto excesivo, plantaciones, contaminación) y para coordinar esfuerzos con municipios, por ejemplo, para enfrentar el problema?
-La escasez hídrica es uno de los temas más urgentes que tenemos como país, porque tener que esperar que el agua la lleve un camión aljibe es dramático. Es una causa muy sentida para la ciudadanía y la están sufriendo en muchos territorios como consecuencia, principalmente, de una megasequía que arrastramos por más de doce años, uno de los efectos claros del cambio climático en Chile.
Sin embargo, los actuales niveles de escasez son acentuados
por el modelo de gestión del agua vigente en el país, que establece un mercado del agua y en el que no existen las herramientas necesarias para que el Estado coordine, regule, fiscalice y planifique los distintos usos y usuarios. Es así que las decisiones que toma el Estado con respecto al agua involucran a más de 40 instituciones. Solo ese dato da una idea de que es un problema muy complejo de abordar. Por eso es urgente avanzar hacia una transición que garantice que las personas y la naturaleza cuenten con agua.
En ese sentido, estamos trabajando arduamente en los lineamientos que permitan desarrollar una Transición Hídrica Justa, es decir, un proceso gradual de adaptación de la gestión del agua desde el actual modelo fragmentado, de corto plazo, hacia uno sustentable e inclusivo, con el objetivo de garantizar la seguridad hídrica en las cuencas del país. Y basado justamente en la idea de cuencas, estamos desarrollando una iniciativa interministerial para establecer consejos de cuencas en las distintas regiones del país.
Además, promulgamos la reforma al Código de Aguas, que es un paso importante en la dirección correcta para los procesos de transformación institucional que tenemos por delante. Luego de 11 años de tramitación, contamos con un instrumento que nos habilita y entrega oportunidades para hacer un uso más sustentable del agua, reconociendo explícitamente el derecho humano al agua como una prioridad y se integra el cambio climático como un factor que amenaza y limita la disponibilidad de agua, y se protege la función ecosistémica del agua.
Cambio climático
En Los Ríos hay una iniciativa piloto respecto de Cambio Climático. ¿De qué manera se puede apoyar la efectividad de las medidas que ahí se propongan?
-Sobre ese punto tenemos una extraordinaria noticia, porque promulgaremos la Ley Marco de Cambio Climático. Esta ley institucionaliza la lucha contra el cambio climático como una política de Estado, dejando de depender de la voluntad política de los gobiernos de turno.
Entre los instrumentos que se formalizan están los planes de acción regionales, que con una mirada desde el territorio definirán cuáles serán las mejores medidas para gestionar el cambio climático en la región. Pero las acciones que se definan no serán voluntarias, sino que deberán cumplirse, estableciéndose sistemas de verificación y control necesarios. A esto se suman los planes de acción comunal de cambio climática que serán elaborados por las municipalidades y deberán ser consistentes respecto al plan regional. Ambos planes, el regional y el local, deberán seguir los directrices establecidas en la Estrategia Climática de Largo Plazo, documento con mirada nacional.
De todas formas quiero destacar que Los Ríos ha sido una región pionera en la elaboración de este tipo de instrumentos. En 2019 comenzó un intenso trabajo participativo para priorizar medidas de adaptación y mitigación adecuadas a las amenazas climáticas que experimenta la región. Así, se destacan medidas para la protección de la biodiversidad regional, prácticas agrícolas y forestales sustentables, eficiencia energética en áreas urbanas, eficiencia hídrica, educación en temas de cambio climático, entre otras.
El Plan de Acción Climática de los Ríos ha sido recientemente sometido a un proceso de consulta ciudadana y en este momento estamos en un proceso de dar respuestas e incorporar en el documento los comentarios recibidos.
Esperamos que durante este semestre la región pueda aprobar el plan y, así, comenzar la implementación de estas importantes medidas.
En esa línea, ¿cómo se apoyará los proyectos de energía renovables en la zona? Muchos han tenido dificultades con la comunidad…
-Creo que la conflictividad socio-ambiental que se genera alrededor de proyectos de inversión, ligados a las energías renovables u otras industrias, se debe principalmente a la falta de diálogo y de participación real. Por eso, es una señal muy potente que la primera iniciativa que envió el Presidente Boric al Congreso fue el proyecto de ley para adherir el Acuerdo de Escazú, porque garantizará los derechos de acceso a la información, acceso a la participación y acceso a la justicia en temas ambientales.
La aplicación de estos tres derechos que consagra el Acuerdo de Escazú debiera resultar en la disminución de la conflictividad socio-ambiental en todas las regiones del país.
La evidencia internacional nos muestra que una participación efectiva, informada, incidente, le entregan legitimidad social a los proyectos de inversión, dándoles viabilidad y sustentabilidad.
Contaminación del aire
Este año corresponde medir la efectividad del Plan de Descontaminación Ambiental de Valdivia (vigente desde 2017). ¿Se retrocedió en pandemia?
-Más que medir la efectividad del plan, al quinto año se hace una revisión y actualización del plan en caso de ser necesario, siempre teniendo en cuenta si es preciso complementar las medidas para alcanzar el objetivo de reducción de emisiones planteadas y ese trabajo es lo que haremos.
Sobre la pandemia, no se ha retrocedido en la aplicación de las medidas. Si miramos los últimos dos años, existió un aumento sustancial del número de recambio de calefactores, lo que permite disminuir emisiones de forma rápida y efectiva. A esto se suma el trabajo que hace el Ministerio de Vivienda, que ha adjudicado 725 subsidios para aislación térmica de los hogares.
En 2020 los episodios críticos disminuyeron 9,4%, mientras que el 2021 cayeron 29%, lo que muestra que la pandemia no impactó negativamente en la aplicación del plan. De todas formas, este año desarrollaremos la actualización del inventario de emisiones, considerando como base el 2021, lo que nos permitirá medir el grado de penetración de las medidas y la potencial reducción de emisiones atmosféricas.